FCC Medio Ambiente ha puesto en marcha, en el contexto del brote de COVID-19, el innovador proyecto “Diseño y desarrollo de un proceso de gestión sostenible de mascarillas desechadas” o VALOMASK. Estos materiales llegan de forma permanente a los complejos ambientales de tratamiento y reciclaje de residuos. Con una duración prevista de dos años, este proyecto desarrollará un proceso que permitirá caracterizarlas, clasificarlas, separarlas y, por último, valorizarlas.

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Este proyecto tiene un presupuesto total de 630.000 euros y será cofinanciado por el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE), dentro de la Línea 2021 proyectos de I+D en el contexto del brote de COVID-19, y los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea.

Se desarrollará en las instalaciones del Centro de Tratamiento de Residuos de Valladolid, propiedad del Ayuntamiento de Valladolid y gestionado por una UTE liderada por FCC Medio Ambiente. Para lograr los objetivos del proyecto, se contará con el centro tecnológico CARTIF.

Con este proyecto se propone en primer lugar, un análisis cuantitativo y cualitativo de las mascarillas que están siendo procesadas en los complejos medioambientales, y que actualmente no están preparados para su tratamiento diferenciado. Posteriormente, se analizará el comportamiento de las mismas en los diferentes procesos dentro de un complejo medioambiental y se desarrollará un novedoso sistema de separación, con la finalidad última de que puedan ser sometidas a una valorización sostenible medioambientalmente mediante un proceso termoquímico y una posterior fermentación. Como resultado de esta pirólisis se obtendrá un gas rico en propileno y un aceite que será utilizado en fermentaciones con microorganismos, para su   bioconversión de aceites de pirólisis a bioplásticos y ácido cítrico.

En este proyecto se ha investigado un novedoso proceso de tratamiento de plásticos como es la pirólisis y la bioconversión del aceite obtenido en el proceso termoquímico obteniendo productos de alto valor añadido como es el ácido cítrico y los bioplásticos. Asimismo, se ha realizado una hoja de ruta tecnológica de los separadores ópticos existentes y los robots de inteligencia artificial para aplicación en los Centros de Tratamiento de Residuos. 

Este proyecto ha sido cofinanciado por el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, dentro de la Línea 2021 de proyectos de I+D en el contexto del brote de COVID-19.